JuanFran contra el barro, una lucha imposible contra los elementos.
Ya ni siquiera sabía encender el torno, el chaval no sirve para conducir, ni frenar ni acelerar, la velocidad le asustaba. Sus manos húmedas intentaban moldear el barro, pero no es la suyo, la cosa no iba bien. Al final la señora de la arcilla lo hizo todo y consiguió salvar un cenicero para su hermana (raro que aún no se haya roto). Esto por la tarde en la alfarería, por la mañana el desafortunado Beto fue malguiado por un rumano loco que le hizo caer por el abismo (sigue vivo, pero maldice los juegos de confianza). El embalse de Valparaíso bien y tal, si quitas las hipotermias... Y al llegar al comedor, una "deliciosa" fabada de nuestro querido catering. Ahora por la noche una ducha de agua fría, otra hipotermia y a pasárlo bien.
Laura Moro (Ponferrada) y Beto Zabala (Madrid)